domingo, 16 de abril de 2023

Tal vez

Tal vez no haya una hora exacta para hablar del amor, pero es inevitable no hablar del dulce sabor de sus ojos y la transparencia de sus labios rozando los mios, su sutileza a la hora de desprenderme de todos mis demonios, lentamente, parte por parte, dos almas que no sólo se necesitan, se complementan. Y cómo no hacerlo? sí siempre habían soñado con estar juntas. Sin saberlo fueron construyendo en silencio una armadura que no deja que nadie las toque, el único error a tan puro sentimiento fue no reconocer que su amor seria su destrucción.

Volví a escribirle al amor.

Volví a escribirle al amor, sin lagrimas ni sufrimientos, porque sin darme cuenta entendí que este sentimiento florece de pequeños detalles, de las sonrisas que brotan a mitad de los besos, de las pupilas que se dilatan cuando se habla de un futuro a su lado, de esos amigos que se vuelven familia, de esa familia que se vuelven amigos, de las personas que aunque no estén juntas por un tiempo se merecen de por vida, de una conquista a lo antiguo, en donde las miradas sean versos y los besos estén llenos de amor sincero, de esos que sin darnos pena ni miedo inundaban los días de la persona más importante en nuestra vida, de esa mujer que se aguanto 9 meses para darnos la posibilidad de experimentar lo bonito que es amar.