Volví a
verle, después de algunas semanas de distanciarnos; debo admitir que mis manos
sudaban y mi corazón latía más rápido de lo normal, pero ¿por qué pasaba esto?,
si llevo 7 meses y medio viéndole, tal vez, la ausencia o el miedo de sentir
que todo había cambiado causaba esta sensación, porque es así, el miedo más
grande en una relación a distancia es que un día deje de ser lo que ha sido.
En esta ocasión ese miedo dejó de estar cuando
estaba a unos cuantos pasos, ustedes hubieran visto su cara de emoción, como
cuando vuelves a ver algo que te hacía mucha falta, estaba más hermosa de lo
normal y cargaba unos girasoles, yo solo pude sonreír, la abrace y sentí que
solo había pasado una semana, el sentimiento por esa mujer en este tiempo había
crecido con una fuerza inexplicable, luego de abrazarnos muy fuerte por unos
cuantos minutos hicimos varias diligencias como estábamos acostumbradas hacer
los fines de semana anteriores a separarnos, pero había una diferencia,
disfrutaba con más intensidad su sonrisa, cada que cogía mi mano o me agarraba
la cara para besarme, aún me pregunto ¿qué pasó? y aunque no encuentro
respuesta, solo puedo decir que esa sensación está cargada de tranquilidad,
energía y el amor más lindo que he sentido en toda mi vida.
No crean, aún tengo mucho miedo y más aún
sabiendo todo lo que vendrá para nosotras, pero amor te lo repetiré una y mil
veces, la vida me premió al conocerte y ha sido un placer aprender a querer de
tu mano, voy a seguir luchando por demostrarte que aún podemos vivir primeras
veces; abrázame muy fuerte que yo me encargaré de cuidarte, como cuando estas
enferma y en la madrugada te consiento y hablamos de todo mientras olvidas el
dolor, no te diré que esto será fácil, pero te haré sentir segura como cuando
te beso toda la cara mientras duermes y te prometo que si el destino insiste en
separarnos, buscaré la forma de volver a ti.
Posdata: cuando
me sientas lejos léeme, en cada reglón encontrarás lo que tal vez me cuesta
decir, cada palabra va a describir el amor que siento por ti y las ganas de
demostrarnos que el universo no se equivocó al hacernos coincidir.