martes, 28 de agosto de 2018

¿Amarla o hacerle el amor?


Hacer el amor no es solo cuestión de quitarse la ropa, como lo es tener sexo y que haya coito…Encontré en mi vida un ser con el que aprendí, que hacer el amor es desnudarse el alma, mientras le besas cada miedo, mientras penetras su zona de confort y llegas a su esencia, mientras acaricias cada demonio que se apodera de su mente en la madrugada, hacerle el amor es cerrar los ojos mientras se viene encima mío y siento que su alma me pertenece, pero no de posesión, es mía sin tenerla, sin sujetarla, sin atarla.


Cuando acaricio su piel de la forma más sutil es percibir el cielo, es estar en un sueño hecho realidad, hacerle el amor es amarla mientras disfruto de su existencia, hacerle el amor es llegar al clímax cada vez que me muestra una de sus imperfecciones, encontrándola perfecta al finalizar el día, hacerle el amor a esa mujer, es abrazarla al llegar la noche y dormir en su pecho, sintiendo que estoy en casa, porque a su lado entendí que hacer el amor es querer llenarla de placer, cada que superamos sus crisis, porque no nací para entenderla, nací para hacerle el amor cada vez que olvide que es estar viva.

Cada quien tiene su propio significado de amor, ¿Verdad?…


Cada quien dependiendo de lo que ha vivido, de las experiencias negativas y positivas va forjando ese significado, pero que me dicen cuando llega alguien y te hace darle un giro de 360 grados. Si bien es cierto, todas las parejas que tenemos nos enseñan amar de una manera diferente y con una intensidad distinta pero y si llega alguien que en poco tiempo te hace comprender, que tus demás amores debieron pasar para prepararte y amarle solo a él, loco, ¿verdad?… Es así como comienza la historia con el que a mis 23 años siento que es el amor con el que quiero terminar mi vida, no es fácil a esta edad creer en el amor y más cuando desde los 14 años estas de decepción en decepción, cuando tienes un problema con la creación de vínculos y el contacto físico por un pasado del cual hablare más adelante.

Saben que la base de hoy en día son las redes sociales y pues sí, la conocí por twitter, mi red social favorita, hace varios años la seguía pero aunque éramos de vidas tan diferentes (eso creíamos), nos unían los mismos pensamientos, su vida giraba en torno a las mujeres, las sustancias psicoactivas, la popularidad y la mía también, solo que mi familia era un poco menos permisiva, más conservadora por lo que yo no divulgaba esa vida en las redes sociales, pasaron muchos años luego de que supe de su existencia, muchas experiencias, varias perdidas, triunfos, aprendizajes algo así como que el universo nos estaba preparando para nuestro encuentro final; de la nada volvimos a seguirnos, a darnos FAV; los que conocen esta red social entienden que es un diario, escribes lo que eres y no importa lo que digan los demás porque la mayoría siente lo mismo, hay mucha inconformidad, tristeza, amor y desamor, decepciones, ilusiones, en fin.

 Fui leyéndola en silencio día tras día esperando que reaccionara alguna de mis indirectas y me escribiera, pero ninguna daba el primer paso, hasta que un día cuando me preparaba para ir a trabajar me llego un mensaje, era ella…(alguna vez han sentido que quieren algo con muchas ganas y que cuando pasa quedan en shock sin saber ¿qué hacer?), bueno , quede igual, me invadían muchas preguntas porque su aspecto no era de esas mujeres coquetas que dan el primer paso, es mas de que la busquen, pero actué normal respondiendo con un hola, la conversación giro entorno a la ruptura con su ex pareja, eso la verdad me alegro un poco porque por lo menos no estaba comprometida, aunque nada me aseguraba que no volverían, pero era muy rápido para pensar en eso, así que preferí leerla y darle consejos, esos que damos pero nunca colocamos en práctica, porque si por allá llovía por acá no escampaba, yo también estaba saliendo de una relación un poco tormentosa, aunque jamás lo dijimos, sé, que en ese momento sentíamos que habíamos fracasado en el amor y que cada una estaba perdiendo el amor de sus vidas, sin saber que hasta ahora lo estábamos conociendo.

El tiempo pasaba sin sentido, como muchas cosas en cada una de nuestras vidas, cada día hablar era más común, pronto llego el 15 de abril del 2018, su cumpleaños era el día siguiente y para mí el nacimiento de las personas es demasiado importante, es el día que cambia la vida de alguien más, por eso fui la primera en decirle feliz cumpleaños, para ella no era muy relevante, pero para mí el hecho de que hubiera nacido era extraordinario, pensarle se volvía pan de cada día, saber cómo estaba, ¿qué estaba haciendo?, cada día nos íbamos acercando sin darnos cuenta, después de un tiempo decidimos vernos por primera vez, no crean mi cuerpo estaba lleno de nervios, pero obvio no podía hacer que se notaran, así que ese día fui lo más normal, aunque pensé mucho en cómo vestirme, me mire muchas veces al espejo, pero siempre llegaba a la misma conclusión, debía conocerme tal y cual era, ya ella decidiría si quería una persona como yo en su vida o no, pero ¿Por qué estaba pensando tanto en como quisiera que ella me viera?, se estaba volviendo importante para mí y jamás la había visto? Muchas preguntas para una sola cita, ok ¡si! deben saber que suelo pensar muy rápido y que lo cuestiono todo, pero lo que más me gusta de todo esto es que me aferro a las cosas que no les encuentro explicación, como a la conexión que hubo ese día.


Al bajarme y verla sentada en el andén me empezaron a sudar las manos, no sé por qué razón, si suelo ser muy relajada al conocer a las personas, nos saludamos de beso en la mejilla todo muy normal, era por la mañana porque debía trabajar en la tarde entonces quedamos en desayunar, fuimos a un lugar muy lindo, pero ella solo estaba pegada a su celular, la verdad me desencanto un poco porque primero pensé que no le generaba interés y segundo no era lo que había imaginado de nuestra primera cita, lo que no sabía, era que ella estaba muerta de la pena y que quiso besarme en todo momento, pero me pongo a pensar y si lo hubiera sabido todo hubiera sido muy raro ¿no?, así que hablamos y todo fluía como si lleváramos muchos años conociéndonos, ya debía irme y le dije que fuéramos a fumar, ella saco de su maleta unos cigarrillos de dos sabores, son los que fumo en la actualidad y cada que los pido sonrió al recordarla, me acompaño a mi trabajo y no quería que se fuera, sé que era la primera vez que la veía, pero quería compartir un poco más, cuando nos despedimos la abrace como si llevara toda una vida haciéndolo, me sentí tranquila, no quería soltarla, luego recordé rápidamente que llevaba unas horas conociéndola y me disculpe diciendo tan confianzuda yo ¿Verdad?, ella solo sonrió, de la forma más linda en la que lo sabe hacer, de esa forma que enamora y llena de vida a todo aquel que la ve, es así como culmino nuestro primer encuentro y no¡, no fue el único, volveré a escribir de quien me llena de vida con tan solo una sonrisa…