miércoles, 7 de noviembre de 2018

Tú prefieres "aquí quedó" a "quédate".


Jamás pensé que el miedo y el dolor me enseñarían tantas cosas… meses atrás me fui enamorando poco a poco de un ser increíble, maravilloso, único ante mis ojos, claro que tenía defectos, algunos demonios, uno que otro miedo y sin darme cuenta fui entregándole mis días, mis pensamientos, mi energía, mi vida en pocas palabras; no fue malo, de hecho ha sido lo más desinteresado que he hecho por alguien, además de que no solo lo hacía por ese ser, debo confesar que me sentía útil, me llegue a sentir amada, pero el error estuvo en darle más de lo que me daba a mí, su bienestar se volvió mi prioridad, sus problemas se volvieron míos y sus demonios fueron los que me acabaron sin compasión alguna.

Llega un punto de la vida donde subestimamos la palabra amor, la llenamos de cosas vanas, la confundimos con la necesidad de no estar solos y olvidamos lo que en verdad significa; cada quien va re significando esta palabra dependiendo de sus experiencias; el amor a mi modo de ver es amarnos estando con esa persona, es suspirar al verle, sentir nervios cuando te llama o te dice algo hermoso, es sonreír mientras vas por la calle al recordarle, que no exista ni tiempo ni espacio cuando estas a centímetros de su piel, que no dude en sacrificar el sueño si esa noche te sientes menos, que quiera compartir su felicidad de tu mano y no me quiero justificar, pero junto a este ser sentí tranquilidad y felicidad al mismo tiempo cosa que jamás en mi vida tuve el placer de vivir.

He venido entendiendo que amar duele y duele más de lo que llegue a imaginar, muchos de mis amigos han sufrido demasiado por amor, a tal punto de no comer o no querer salir de la cama, siempre pensé que era algo exagerado, dado que he vivido tantas perdidas y olvide que soy mortal, sin preguntar el universo se empeñó en que era el momento de vivir eso que le llaman el desamor, la falta de apetito se apodero de mí, el no querer levantarte de la cama se volvió pan de cada día, perdí la motivación y me llene de inseguridad, cada noche me preguntaba cuál había sido mi error si solo di lo mejor, no sé qué era más triste si destruirme con cada lagrima o ver a mi mamá impotente por no saber cómo sacarme de esto.

El error más grande de todo este proceso fue alejarme de mis amigos, de mi familia, de mí, pero la angustia y el desespero sin hacer mucho ruido se apoderaron de mis ganas de vivir, ¿han escuchado que nadie muere por amor?

Pues es así, aquí estoy, después de muchos días tuve la valentía de escribir, para que se den cuenta que no son los únicos, tal vez pensemos y sintamos que son días que nos consumen con mucha fuerza, que cada noche hay menos soluciones, que el dolor y el miedo serán nuestra sombra, pero llegara un día en donde te canses de llorar, donde el apetito vuelva a ti, donde vas a tener ganas de levantarte, tender tu cama y darte la oportunidad de vivir una vez más y esta vez será por ti; habrás entendido, que no necesitas de un mensaje de buenos días, ni de buenas noches cuando eres un ser increíble que tiene a la mejor familia y a las mejores personas a tu alrededor llenándote de amor, volverás a organizar tus prioridades, te vestirás y maquillaras para ti, para sentirte linda y fuerte; volverás a suspirar y esta vez no es por una persona, esta vez es por ti, porque una vez más saliste de eso que creías que sería tu fin.